El castillo de Buda y un crucero por el Danubio. Budapest

 

Hoy os voy a llevar a los lugares más típicos de esta bella ciudad, así que empiezo subiendo al castillo de Buda (o de Sissí) en funicular, es como un regreso al pasado. Solo compro el billete de ida, mi intención es caminar por toda la ciudadela y regresar en metro.

El castillo es precioso, fue reconstruido tras la guerra y dentro está el Museo de Historia Húngara, el Museo de Arte y el Palacio de Arte, eso me decepciona un poco, ya que me encantaría ver las estancias reales donde pasó tiempo Sissí. Los museos me gustaron pero si no tienes mucho tiempo para visitar la ciudad, yo quizá los dejaría para otra ocasión. 

En su patio se encuentra la Fuente del Rey Matías, la llaman la Fontana di Trevi húngara. 

Junto al castillo está el Palacio de Sándor, residencia oficial del Presidente del país. 

La bonita iglesia de San Matías es parte de esta ciudadela. He hecho una amiga, Juana, otra nómada española entusiasmada con la belleza que nos ofrece Budapest, juntas vamos a ver la bella capilla. 

 

Continuamos con el Bastión de los Pescadores, cuyas siete torres representan las siete tribus establecidas en la base de los Cárpatos en el año 896,  y el bastión se conoce con este nombre por unos pescadores que lo defendieron en la Edad Media, nos ofrece unas vistas maravillosas de la ciudad y el río. 

Las ruinas de la iglesia de María Magdalena construida entre los siglos XIII y XV también fueron parte de la ciutadella.

Por la tarde voy en busca del metro por el bello paseo Tóth Arpád, pero antes hago una visita obligada, el “Hospital en la Roca” construido en los túneles del castillo de Buda. Se usó durante la Segunda Guerra Mundial por la Cruz Roja y durante la Revolución Húngara de 1956. Durante la Guerra Fría y la crisis de los misiles convirtieron parte de él en un búnker en el que instalaron purificadores de aire por un posible ataque nuclear. Llevaos una chaqueta si vais en verano, dentro de los fríos túneles no se permiten hacer fotos. La visita me parece fascinante. Creo que este fue el museo en el que pagué el precio más caro, 12€, ¿no está mal verdad?

Es domingo y me voy de mini excursión a la colina Gellért, empiezo por el Jardín de los Filósofos, allí se encuentra una estatua que ya os mostré. Representa a San Francisco de Asís, Daruma Taishi, Mahatma Gandhi, Lao Tse, Buda, Echnaton, Jesus y Abraham.

También me encuentro con la representación en piedra de la ciudad, es para quien no puede verla y sí visualizarla a través de las manos, en Szentendre también había una en la entrada de la ciudad, estas pequeñas muestras que pueden pasar inadvertidas para la mayoría, la convierten en una ciudad más inclusiva, y ello me alegra. 

En la cima de la colina se encuentra la “Estatua de la Libertad” y algo más abajo, un fuerte construido tras la supresión de la Revolución Húngara en 1848, que ahora está cerrado.

 

Estoy encaramada en la colina desde donde tengo unas vistas espectaculares, y junto a mí está la capilla en la cueva, conocida como la cueva de San Iván, por un monje que vivió allí y curaba enfermos con aguas y barros de la zona. Primero fue un monasterio, después un hospital durante la guerra, sellado por los soviéticos y reabierto tras la caída del Telón de Acero en 1989. Frente a ella está la Estatua de San Esteban I mirando el Danubio y el Puente de la Libertad. 

Tras bajar voy hacia el Balneario y hotel Gellért, a mí me parece que estoy en la antigua Roma, mi amigo Marco dice que parece salido del Gran Gatsby, y lo cierto es que tiene razón. 

Al cruzar el verde Puente de la Libertad está la bella Universidad Corvinus y detrás el emblemático  Mercado Central de Budapest, es el más grande de Hungría, a mí se me asemejan a estaciones de tren, lo cual les da un encanto especial que me gusta mucho. 

La segunda sinagoga más grande del mundo se encuentra aquí, fue construida entre 1854 y 1859, y adivinad, se inspiró en la Alhambra y en la arquitectura islámica africana. Fue el límite del gueto durante el Holocausto y la bombardeó el mismo grupo que asesinó a los inocentes junto al río, ¿recordáis los zapatos junto al Danubio? Su cementerio está detrás, según la tradición judía no debería estar junto a la sinagoga, pero tras la hambruna de 1944-45 muchos perecieron y fueron enterrados allí. 

Junto a mi casa está el parque/cementerio de la calle Fiumei. Es gigante y ya no se usa como cementerio, es ideal para pasear o ir a correr, está repleto de tumbas antiguas, también tiene una zona de placas comunistas (por ello hay quien le llama el cementerio comunista). Sus verdes y frondosos árboles le dan un encanto maravilloso y lo convierten en mi refugio particular. 

Esa noche me voy de crucero, sí, por el Danubio para poder admirar el edificio más emblemático y precioso de toda la ciudad, desde una perspectiva acuática y totalmente iluminado se halla el Parlamento, es el tercero más grande del mundo. La travesía dura una hora, cuesta 9€ con copa de champán incluida (o agua en mi caso) lo reservé a través de “get your guide” y os lo recomiendo por lo precioso que es.

Otro autor que me enamoró al leerlo fue el premio Nobel Mario Vargas Llosa. Fue en Budapest donde leí su primer libro, y no será el último. Travesuras de la niña mala, es su primera novela de amor, donde cuenta la historia del peruano Ricardo que deja su barrio de Miraflores y marcha a París a vivir su sueño, deja atrás a una muchacha que le gusta, sin saber que ella reaparecerá en París y en su vida en varias ocasiones. Durante cuarenta años tendrán una relación tormentosa que también pasará por Londres o Tokio, donde la “niña mala” le romperá el corazón en cada abandono.   

2 respuestas

  1. Qué bonito todo. No sabía que está ciudad fuera tan bonita. Ahora estoy esperando en el dentista y tengo un poquito de tiempo para comentarte. Gracias por compartir cariño.
    Besitos de Juan y míos (Chals)❤️😘😘😘😘😘

    1. Lo es, y la gente muy amable y simpática, no me extraña que Sissí se enamorara de ella. Besines y gracias por pasaros.

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