Amanece en Lembongan otro bello día, a esta isla parece que no llegan las nubes, el mar está divino y nos alegramos mucho porque hoy ¡nos vamos a hacer snorkel!.
El barco que nos lleva sale a las ocho de la mañana, lo reservamos con Ace en el hotel la noche anterior por 200K cada una, también nos cambiamos de habitación a una mejor que cuesta 350K. Tras el desayuno, que está incluido en el precio de la habitación, recogemos nuestras cosas, nos untamos de crema solar y allá que nos vamos.
El tour dura tres horas y la primera parada es Manta Bay, allí buceamos hasta ver mantas y las perseguimos a veces, es muy divertido porque uno de los chicos del barco va de avanzadilla y si ve alguna nos pega un grito y vamos todos corriendo, o más bien chapoteando. Seguimos con la excursión y vamos a Crystal Bay, allí a unos pocos metros de la playa paramos el barco y nos damos un chapuzón, la sorpresa es maravillosa, el fondo está lleno de corales y peces de colores; para alguien que ha estado en pleno arrecife de coral en la Gran Barrera a millas de tierra, ver tanta maravilla tan cerca, es verdaderamente espectacular. Una de nuestras compañeras de viaje pega un grito de emoción al que todos contestamos con una carcajada, la verdad es para estar emocionada.
No tengo cámara acuática para mostraros la belleza del fondo marino, pero todo se andará. Estas dos bahías se encuentran en la isla de al lado llamada Nusa Penida, es mucho más grande que Lembongan y parece Bali hace 20 años.
Para la tercera parada vamos a la parte norte de Lembongan, donde se encuentra un manglar. Allí el fondo marino también es espectacular, Héctor, un chico español que nos acompaña ve una tortuga. Nosotras vemos una estatua bajo el mar. De repente me encuentro rodeada de mil peces, me encanta la sensación, hay un chico que lleva una botella con comida, pero anda lejos, me pregunto si los peces, que son muy listos, piensan que los voy a alimentar o simplemente me quieren hacer un regalo.
Ya de vuelta a casa vamos a tomar algo a Ginger & Jamu, un lugar que me enamora nada más entrar y donde pasaría muchas horas escribiendo. Comimos allí un plato mexicano frente al mar y tomamos unos batidos espectaculares, el mío se llamaba “recuperador de surfers” y recuperaba a cualquiera.
Tras otro bonito amanecer y un desayuno en nuestra “oficina” vamos al Sandy Bay beach club que nos recomendaron, tiene una piscina infinity frente a un mar salvaje.
A la vuelta cenamos en Ginger & Jamu, nuestra mesa está en la arena, y disfrutamos de otra maravillosa puesta de sol, no me canso de verlas, me siento súper privilegiada.
A esa hora salen algunas familias locales a disfrutar del agua, se acompañan de algunos perritos y toda la imagen es muy entrañable, yo me siento en casa.
Otra bella mañana y esta vez nos dirigimos al puente amarillo, elque une Lembongan y Nusa Ceningan, allí se encuentra el barquito que nos llevará a Nusa Penida en unos veinte minutos. Nosotras vamos un día pero os aconsejo pasar varios si tenéis la oportunidad.
Al llegar alquilamos dos motos con conductor. Yunus, uno de ellos, es un gran tipo y un guía mejor, os dejo su número +62 877-5237-5419. Pasamos por una playa cercana desde la que se ve el volcán Agung al este de Bali.
Hace mucho calor, pero vale la pena ver tanta naturaleza y plantaciones de maíz.
Finalmente llegamos a la famosa playa de Klingking, caminamos y desde la altura vemos esta maravilla.
La gente baja a la arena, nosotras también, a medio camino me doy cuenta que las chanclas no son una buena elección, menos mal que llevo los escarpines y me los pongo mientras me sujeto como puedo. El camino es muy empinado, sé que tengo que bajar porque algo me estira a ello.
Después de unos cuarenta y cinco minutos llego ante una de las playas más bonitas y salvajes que he visto jamás, me meto entre sus olas salvajes. Virginia aparece, me alegro ya que hubiera sido una pena habérselo perdido.
Me apena ver botellas de plástico tiradas. Os aconsejo llevar una mochila donde guardar cualquier recipiente vacío, aunque la mejor opción es llevar vuestra propia cantimplora. En resumen, mucha agua, buen calzado, mochila y gorro.
Comemos y nos tomamos un zumo de mango antes de ir a ver una de las imágenes más icónicas de la isla, la playa Broken Beach.
Ponen la guinda y punto final al día de hoy Angel’s Billabong y Manta Bay, vista desde tierra.
Nuestro acompañante de hoy es otra obra de Paulo Coelho que leí hace mucho, Las Valkirias. Una pareja emprende camino hacia el desierto de Mojave, él va en busca de su ángel de la guarda, como todos nosotros estos días de confinamiento, para que nos ayuden a seguir cuerdos. En el camino deben reunirse con las Valkirias, guerreras escandinavas hijas del dios Odín, quienes deciden quien debe morir e ir al Valhalla (el edén de los héroes fallecidos en combate), ellas les ayudarán en este camino donde aprenderán que deben cambiar para evolucionar, cosa que me dio que pensar en estos momentos, que cambiar en nuestras vidas, para crecer, tomar conciencia y salir de esta más fuertes y unidos, como dice Coelho, “no estamos solos, el mundo se transforma y nosotros somos parte de esa transformación”
Cuidaos nómadas.