Mar por el que llega el viajero y es recibido por su icónica catedral gótica, La Seu, majestuosa e imponente desde el siglo XIII. Su “ojo gótico”, uno de los mayores rosetones del mundo, nos obsequia dos veces al año con un espectáculo de luz. Por él entra el sol y forma la figura de un 8 con el rosetón situado al lado oeste de la catedral. ABSOLUTAMENTE DIVINO.
Frente a esta bella estructura está el Palacio Real de la Almudaina, hogar de reyes y reinas que hoy en día alberga las celebraciones y cenas con los dignatarios del país, cuando la familia real está en la isla en verano.
Fue construido en el siglo XIII sobre un antiguo palacio almorávide, y los distintos reyes lo han ido modificando. Sus grandes salones, baños árabes, despacho de la reina, salón de chimeneas … todas sus estancias respiran realeza medieval, si las paredes hablaran…
Junto a ellos se encuentra el barrio de La Lonja, donde los pescadores traían y siguen trayendo la pesca. Un barrio con mucho encanto lleno de bares y restaurantes. Uno de los más populares entre los visitantes que deambulan por nuestras calles es el Abaco, una típica casa señorial mallorquina donde podréis tomar un coctel frente a la chimenea o en su pequeño, pero adorable, patio. Solo abre por las noches.
Detrás de La Seu y La Lonja se encuentra el casco antiguo, con sus pequeñas calles que desembocan en varias plazas. En una de ellas está la del Ayuntamiento que aquí llamamos Cort, igual que la plaza. Si entráis en él os encontrareis a varios gigantes, y algún que otro cabezudo que hacen su aparición en las fiestas de la ciudad.
La fachada tiene un banco llamado “sinofós” si no fuera, dice la leyenda que cuando los ociosos andaban allí sentados los transeúntes les preguntaban “¿por qué no estás trabajando?” y su respuesta siempre era “si no fuera por los achaques, si no fuera por el calor … ” y de esas excusas salió el apodo para este banco. Os animo a buscar el pequeño lagarto y el pequeño caracol, dicen que podrían ser los simbolos de los apodos de los maestros que construyeron el edificio entre 1649 y 1680.
Y hablando de dulces típicos y sus creadores, el señor Miquel de Sa Calatrava fue un adorable vecino de Palma que hacía los mejores cremadillos y ensaimadas de la ciudad en su horno de más de 500 años,al preguntarle el secreto él decía, “paz y ciencia, paciencia”. Los palmesanos somos muy afortunados de poder disfrutar su “dulce” legado de manos de sus hijos enLa vida dolçaque DEBÉIS visitar para degustar las maravillas creadas con las recetas del Sr. Miguel.
Otra delicia que no me canso de mirar es el Edificio del Águila, construido en 1908, está muy cerca de la Plaza Mayor. Esta plaza fue el cuartel general de la Inquisición y la llamaban la Casa Negra, en 1813 la construyeron y muchas tiendecitas se establecieron allí (poco a poco emigraron al Mercado del Olivar) y ahora hay mercadillos dependiendo de la época del año.
Si os gusta la arquitectura modernista ya te habrás dado cuenta que este es tu post, una mezcla de medievo y modernismo. Palma tiene algunos ejemplos fabulosos que os dejarán boquiabiertos, entre ellos encontraréis el Gran Hotel, para mí es la joya de la corona, del año 1903 se encuentra frente al Teatro Principal.
¿Sabéis que ha hecho que me enamore más, si cabe, del lugar donde nací? Viajar, ver todos los continentes y cerciorarme de que soy MUY AFORTUNADA de vivir aquí; por eso he elegido el libro “Donde el corazón te lleve” de la italiana Susanna Tamaro, un bonito relato de una abuela a su nieta. En una carta le abre su corazón y le revela todos sus sentimientos más íntimos, historias familiares, pensamientos y heridas, para que el diálogo entre ellas se abra, encontrándose Olga ya al final de sus días.
Y a vosotros nómadas, ¿dónde os lleva vuestro corazón? El mío siempre regresa a mi isla, la que prometo mostraros a través de mis ojos en muchos más post, ahora ¡os dejo disfrutando de una buena ensaimada!
Salut i bon dia!