Navidades en México.

La primera vez que pisé la Ciudad de México era un 24 de Diciembre, sí, Nochebuena. Tuve la suerte de que una familia mexicana me invitara a celebrarla con ellos, sus tradiciones me encantaron. En la mesa me colocaron delante de una fuente de guacamole y pensé, “de aquí no me muevo y no hace falta que me traigan más comida”, ¡soy fan número uno del guacamole!

Después de cenar fuimos a “pedir posada”, en el que una parte de la familia se coloca dentro de la casa, tras la puerta de entrada y los demás fuera. Las celebraciones de Navidad comienzan varios días antes, para celebrar este ritual católico, que hoy en día tiene un carácter más popular.

Me concedieron el honor de llevar unas figuras de José y María, de ellos viene el nombre de esta tradición, que sucedió cuando María estaba a punto de dar a luz y la pareja iba llamando a las puertas, “pidiendo posada” para tener a su bebé. Cantamos la canción y ¡me encantó celebrarlo y que lo compartieran conmigo! Os la dejo al final del post, ahora que se acercan las navidades quizá queráis dar un toque diferente a las celebraciones.

Después vino una parte muy divertida que seguro que conocéis, ¡apalear a la piñata! Me vendaron los ojos, me dieron un palo, y ¡hala! A dar palos de ciego, mientras uno de los chicos movía la piñata para que yo no pudiera darle.

Fue todo muy enriquecedor y divertido, y cada miembro de esta pequeña familia fue muy entrañable.

Al día siguiente, Navidad, fuimos a ver las Pirámides de Teotihuacán, que están a una hora en coche de la ciudad. Casi todos los visitantes eran mexicanos, me pareció una idea fantástica para celebrar una Navidad diferente.

Qué maravilla este invento piramidal, ¿no os lo parece? Las de Teotihuacán se llaman Pirámide del Sol y Pirámide de la Luna, ambas poseen una energía espectacular. Por supuesto quise subir a sentirla más de cerca, me había vestido de blanco para la ocasión y ¡arriba hacia el sol me fui!, desde allí se ven espectaculares.

Cuando subí a la Pirámide de la Luna, me quedé allí un buen rato contemplando el maravilloso espectáculo.

En la zona encontraréis mini mercadillos. En México es muy popular la venta de plata, y las joyas son súper bonitas. Un mercadillo muy típico para ello, ya de vuelta al centro de la ciudad, es el Mercado Artesanal de La Ciudadela, que está muy cerquita de la Catedral y el centro histórico.

Al día siguiente, caminando por la ciudad en la que se unen las huellas de los ancestros del nuevo continente, con los ancestros del viejo, seguimos a toda la cultura que nos rodeaba por doquier, hasta que nuestros pasos nos llevaron al Museo Nacional de Antropología. Es un recinto enorme, con muchas salas y con razón uno de los más importantes de México y del continente americano. En él encontraréis muchos restos arqueológicos de todas las culturas que allí habitaban, antes de la llegada de los europeos.

Encontramos también magníficos restos provenientes de las pirámides que habíamos visitado el día anterior.

Si os gusta la historia y la antropología no os lo podéis perder, es FABULOSO. Representa un precioso homenaje que hace el pueblo mexicano a las culturas precolombinas, explicó un presidente del país.

Seguro que conocéis el popular calendario maya, pues allí podéis ver el original de piedra, ¡es magnífico!

Qué mejor libro para acompañar este post de hoy que Los Cuatro Acuerdos del Dr. Miguel Ruiz, que desde la sabiduría tolteca nos narra, de una manera muy sencilla, como aplicar unos acuerdos a nuestra vida y deshacernos de creencias obsoletas para poder vivir con más libertad.

El primer acuerdo dice: sé impecable con tus palabras.

El segundo: no te tomes nada personalmente.

El tercero: no hagas suposiciones.

Y el cuarto: haz siempre el máximo que puedas.

Deseo que lo disfrutéis, y si vais a México en Navidad que tengáis unas fiestas muy lindas con sus hermosas gentes y tradiciones.

Canción para pedir posada

Los Peregrinos…
En el nombre del cielo,
yo os pido posada,
pues no puede andar,
mi esposa amada.

Los Hosteleros…
Aquí no es mesón,
sigan adelante,
no les puedo abrir,
no vaya a ser un tunante.

Los Peregrinos…
No sean inhumanos
Dennos caridad
Que el dios de los cielos
Se lo premiará.

Los Hosteleros…
Ya se pueden ir,
y no molestar
Porque si me enfado
Los voy a apalear

Los Peregrinos…
Venimos rendidos
Desde Nazaret
Yo soy carpintero
De nombre José

Los Hosteleros…
No me importa el nombre
Déjenme dormir
Pues yo ya les digo
Que no hemos de abrir

Los Peregrinos…
Posada le pido,
amado casero,
pues madre va a ser,
la reina del cielo

Los Hosteleros…
Pues si es una reina,
quien lo solicita,
¿cómo es que de noche
anda tan solita?

Los Peregrinos…
Mi esposa es María
Reina del cielo
Y madre va a ser
Del divino verbo

Los Hosteleros…
Eres tú José
Tu esposa es María
Entren peregrinos
No los conocía

Los Peregrinos…
Dios pague señores
Nuestra caridad
Y os colme el cielo
De felicidad

TODOS…
Dichosa la casa
Que abriga este día
A la virgen pura
La hermosa María.
Entren Santos Peregrinos,
Reciban este rincón,
que aunque es pobre la morada,
os la doy de corazón.

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