Tras pasar el día de navidad en Hong Kong nos fuimos a pasar el de San Esteban, el 26, a la isla de Macao, que se encuentra a 70 km al sur y es la región más densamente poblada del mundo.
Nos decidimos por el bus en vez del ferry, como medio de transporte y así pudimos cruzar el puente que une las dos islas que había sido inaugurado hacía poco, era además una opción bastante económica (65 HKD). En el bus llegaréis a la inmensa y nueva terminal desde donde podéis coger un autocar de un hotel-casino, son gratuitos la pega que tienen es que no son frecuentes todavía y ello genera largas colas. También podéis coger un taxi, como hicimos nosotros, salió económico y nos dejó en el centro histórico de la ciudad.
Allí empezó nuestra andadura, en las ruinas de la catedral de San Pablo, situadas encima de una pequeña colina, su curiosidad es que de ellas solo queda la fachada, la cual es muy bonita, y más iluminada de noche.
Se puede visitar la cripta donde guardan algunas de las imágenes de la catedral.
Detrás de ella encontraréis un pequeño templo donde queman incienso de todos los tamaños, nos sorprendió lo grandes que eran algunos.
Al bajar las escaleras veréis varios edificios de colores rosa, amarillo, azul, todos ellos herencia de los portugueses que administraron estas tierras desde el siglo XVI hasta 1999. Es muy gracioso ver los nombres de las calles escritas en chino y portugués.
¿Conocéis la fruta llamada “durian”? Dicen que si vas a Macao debes probar su helado … si os atrevéis. Yo probé solo un poco, en cambio el valiente de mi amigo Ash se lo comió entero.
A unos metros de San Pablo hay una pequeña colina rodeada de jardines que sube a Fortaleza do Monte, construida en 1626 y desde donde tendréis las mejores vistas de la ciudad. Fijaos en el hotel casino Grand Lisboa, se ve desde lejos y tiene una forma muy peculiar.
Bajando os encontraréis calles llenas de puestos de comida china, en los que podéis saborear delicias locales y de fusión chino–portuguesa, recordad siempre que viajéis que si los lugareños comen allí es que es bueno, y si hay cola o el lugar está a rebosar, la comida es fresca y recién hecha.
Con los estómagos llenos llegamos a la bonita Iglesia de Santo Domingo de estilo colonial y color amarillo.
Cerca está la plaza Largo do Senado que marca el centro de la ciudad, allí está la catedral que es bastante sencilla por, sobretodo si la comparo con mi iglesia favorita de todas las que vimos, la iglesia San Lorenzo, es tan bonita por dentro. La ciudad está poblada de ellas, y en estas fechas también de belenes.
Junto a Senado está la mansión Lou Kau, que fue un prominente hombre de negocios. Fue construida en 1889 y es una muestra de residencia tradicional china con alguna influencia occidental, situada en el centro de una “ciudad cristiana”.
La siguiente parada en mi lista era el teatro de San Carlos V, construido en 1860 en estilo neoclásico, que fue además el primer teatro occidental en China.
Tras él está la biblioteca Sir Roberto To Hung, antes mansión donde vivía este señor, es preciosa en su estilo colonial. Junto a ella veréis el seminario de San José.
Siguiendo nuestra andadura llegamos al mar y al templo de A–Ma, la diosa de los pescadores. Allí encendí unos inciensos para honrar a dos estrellas del cielo.
El Barrio de San Lázaro conserva todo su encanto colonial, no os lo podéis perder.
Solo nos quedaba una calle por visitar, la Rua do Felicidade, bonito nombre ¿verdad? La llamaban así los marineros que llegaban a puerto tras muchos meses en la mar, imaginad a que iban a esa calle. Hoy en día es además conocida por salir en la película “Indiana Jones y Templo Maldito”, si sois fan de la saga como yo, seguro que ya la estáis buscando.
No se si sabéis que Macao es conocida como Las Vegas de Asia, grandes casinos invitan al juego, al lujo y a las compras. Visitamos primero el del Hotel Casino Sofitel Ponte 16, que queda cerca de San Lázaro, tomamos algo en su bonito bar y desde allí cogimos un taxi hasta la zona de los casinos, donde se encuentra el Grand Lisboa que veíamos de lejos. Había anochecido y estaban todos los casinos adornados con montones de luces.
Entramos al casino más grande del mundo el Wynn, no sin antes ver el espectáculo de la danza de las fuentes de agua al son de la música, sí, como las del Bellagio en Las Vegas.
Hoy os hablaré de un libro que leí en este viaje, se llama On Chesil Beach de Ian McEwan. El autor nos cuenta como suceden los hechos y pensamientos en la primera noche de la luna de miel de esta pareja, que acaba de llegar a un hotel de la costa inglesa. Se conocieron en una manifestación en los años 60 y se enamoraron, aunque fueran de mundos muy diferentes. Nos describe los pensamientos y sentimientos que cada uno que guarda para sí, ninguno de los dos los comparte con el otro, sobretodo los relativos a la consumación del matrimonio. A medida que el relato avanza vamos conociendo más a cada uno de los dos personajes principales y sus vidas, entendiendo con ello el porqué sienten y piensan lo que secretamente guardan en su interior.
Hace poco ha salido la película de este libro que disfruté mucho de leer, quizá la vea, quizá me quede con mis recuerdos del libro, como los que atesoré estas navidades diferentes que pasé en Macao.
¡Buen viaje nómadas!