¿Cuánto tiempo hacía que no os escribía un paseo neoyorquino? Mucho, la verdad. No voy tan a menudo como solía ir, pero aún sigo encontrando rinconcitos nuevos. ¿Os parece que os los enseñe?
Me levanto tempranito, el jetlag ayuda. He quedado con Juana en Bryant Park a las 9, así que como tengo tiempo voy a explorar una cafetería que vi anoche. Se llama Ground Central, un juego de palabras con ground (café en grano) y central porqué está junto a la afamada estación. Tiene un estilo industrial muy chulo, y la parte que me llamó la atención, una pared llena de libros y un sofá chester. Pido un chocolate pequeño y les ofrezco mi taza de viaje (que es enorme) me la devuelven llena … me la bebo igual.
Hace un día glorioso y Bryant Park está precioso, Juana me enseña una nueva cadena de matcha, esta queda justo en frente de la Biblioteca, Cha Cha Matcha, les pido que me lo pongan en mi taza viajera y adivinad, de nuevo hasta los topes.
En nuestra larga y agradable charla en el parque me habla de la librería Drama Bookshop donde solo venden guiones y obras de teatro, tiene sentido, su dueño es el creador de la obra Hamilton. Voy con Virigina, tiene un café y está bellamente decorada.
Otra mañana quedo con Frank y Virginia para desayunar en el SoHo y, como siempre, salgo temprano a caminar por las calles vacías de la ciudad. Paso por delante del restaurante más antiguo de NY abierto en 1899, Pete’s Tavern.
Busco una callejuela de interés histórico, Sniffen Court, que en un día de otoño luce muy romántica.
¿Recordáis Balthazar en Spring St número 80? el legendario restaurante francés.
Seguro que conoces el Puck building, se le llama así por un pequeño personaje que tiene en su fachada, forma parte de la obra de teatro “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare.
En una calle cercana se encuentra una librería bastante especial Housing Works bookstore, ¿su misión? ayudar a neoyorquinos con VIH a encontrar trabajo, casa, medicación, etc.
Llega Frank, le sugiero desayunar en Mamam, una pastelería francesa muy cuqui con preciosas tazas y tostadas con aguacate deliciosas. Tengo una cerca en la calle 44 pero mi favorita es la de Soho en la calle 239, Centre St.
Llega Virginia y a tres calles, en Little Italy, vemos un mural muy popular de Tristan Eaton que seguro que habréis visto, se trata de Audrey Hepburn. Se encuentra en uno de los muros del Caffe Roma, donde sirven cannolis desde 1891.
El Mulberry Street Bar es un lugar muy visitado por actores y famosos como muy bien podéis ver en sus paredes llenas de fotos.
En la misma calle se encuentra la Antigua Catedral de San Patricio, que fue uno de los escenarios de El Padrino. En el libro Nueva York, Edward Rutherford habla de ella, se quemó y la reconstruyeron, fue la primera iglesia de San Patricio que construyeron los católicos a su llegada a NY.
Llegamos al 56 Leonard St donde se encuentra una escultura con forma de judía, sí, como la de Chicago, aunque esta parece que sujeta una esquina del rascacielos que tiene encima, y ha costado la friolera de 10 millones.
Alrededor de Washington Square Park está la Universidad de Nueva York NYU y algunas de sus callecitas parecen mews ingleses.
Otra mañana lluviosa quedo con Virginia, y como es temprano me doy mi usual paseo cuando la ciudad está vacía, primero regreso al café-floristería Remi Flower & Coffee que está en la 2ªAv, pero en esta ocasión no voy al “original” sino uno nuevo allí cerquita.
Caminando bajo la lluvia visito Greenacre Park, un pequeño oasis que esta mañana presenta un aspecto romántico, tocado por la lluvia, rodeado de flores y plantas a los pies de su catarata. Un espacio perfecto para retirarse del bullicio de la ciudad.
Camino hasta el puente de Queensboro, allí se encuentra el supermercado Trader Joe’s, el más chulo de la ciudad, ¿la razón?, su emplazamiento en el pilar del puente, construido por el famoso arquitecto valenciano Guastavino, que huyó del país para asentarse y reinventar la Gran Manzana y donde dejó un gran legado, seguro que os acordáis de la Galería de los Susurros/Oyster Bar en Grand Central, el Met, Harvard, Yale, Berkeley entre otros.
Para guarecernos de la lluvia y tomar un té Virgina y yo nos vamos a Lillie’s Victorian Establishment, un restaurante-coctelería abierto en honor a Lillie, cuyas fabulosas piezas de mobiliario fueron traídas de Irlanda del Norte y en el que cada estación, primavera, Halloween o navidades cuelgan una decoraciones espectaculares. Algo me pasó el otro día cuando ví una señora leer un libro llamado Lillie Langtry y creí reconocer a la famosa Lillie de NY y acerté, charlamos y me contó como fue una mujer adelantada a su tiempo, actriz, bonita, amante del futuro rey de Inglaterra, siempre rodeada de príncipes y princesas, poetas, actores, llegó a estás costas para triunfar en Broadway.
Antes de acabar vamos a pasar por la librería que salió en la película Manhattan de Woody Allen, Rizzoli Bookstore, a la cual ellos mismos llaman la más bonita de Nueva York, y sí es muy bonita.
El libro que hoy nos acompaña “Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida” de Fiona Davis nos cuenta la historia de la familia Lyons quienes vivían en la Biblioteca Pública de NY en 1913. Laura la esposa decide empezar a estudiar periodismo y esto la lleva a formar parte de un grupo de mujeres a quienes se anima a usar su voz. De repente unos valiosos libros son robados y ve como su familia corre peligro. Cuando 80 años más tarde Sadie, su nieta empieza a trabajar en la biblioteca como conservadora, se ve enfrentada a la reputación de su abuela como ensayista y como se suceden otra serie de robos. ¿Aclarará Sadie que sucede y que sucedió hace décadas?