Harvard y casas. Boston.

Boston es una de mis ciudades preferidas de Estados Unidos, es también una de las más antiguas. En Massachusetts crearon sus obras muchos de los escritores y escritoras clásicos norteamericanos. Os hablé en su día de Nathaniel Hawthorne en mi post de Salem. Louisa May Alcott escribió “Mujercitas” en Concorde, casa que deseo visitar algún día. Las de Emily Dickinson, Mark Twain o Edith Wharton están también en mi lista.

La ciudad también gozó de la presencia de Isabella Stewart Gardner, que junto con su esposo fueron unos grandes coleccionistas de arte. Al morir su marido en 1898 ella decidió construir una casa para cobijar todo ese arte. De camino a ella pasamos por la Mary Baker Eddy Library, una preciosa biblioteca con una sorpresa en su interior que no podemos ver por ser domingo, así que queda pendiente.

La casa museo Isabella Stewart Gardner está en el centro de Boston cerca del parque Back Bay Fens en la zona de Longwood, el edificio es impresionante, en un lado tiene una entrada acristalada que da acceso al museo cuya cuesta 20 dólares.

Jesús es mi compi de viaje hoy y yo nos quedamos boquiabiertos al entrar y ver el interior, nos sentimos trasladados a un castillo medieval o a un palacio veneciano, para nada nos esperábamos algo así. Luego aprendimos que el Palazzo Bárbaro fue su inspiración.

La distribución de las obras es muy ecléctica, para facilitar el paso a las personas algunas piezas están agrupadas, parece que la casa sigue igual a como la dejó nuestra anfitriona. Aquí sucedió el 18 de marzo de 1990 el mayor robo de propiedad más grande de toda la historia. Trece piezas de arte que nunca más se recuperaron. 

Esa no va a ser la única casa de esta historia, después de visitar la bonita biblioteca de Boston, un día de verano Erin y yo cogemos el tren dirección a Harvard para visitar la tan famosa universidad y su campus. Los alumnos están de vacaciones veraniegas, si estuvieran aquí seguro que nos daban un tour más interesante. 

Quien no conoce la Harvard Law School, cantera de abogados de la que salieron Obama y Frank D. Roosevelt entre tantos.

Tocar el pie del fundador John Harvard seguro concedió suerte a estudiantes como Natalie Portman (psicología) o a Tommy Lee Jones (literatura inglesa), Theodore Roosevelt (historia y gobierno), J.F. Kennedy (gobierno) que entre muchos nombres conocidos obtuvieron cum laude.

Sus alrededores son bonitos, encontramos una estatua en honor a los irlandeses que emigraron por la gran hambruna y por supuesto, un viejo cementerio.

Tras un bocado rápido en un mexicano continuamos por una de sus bella callecitas hasta llegar a la casa del poeta Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882). Quien obtuvo un doctorado en leyes en Harvard y fue además profesor de español y francés. 

Como ya os contaba en algún que otro post muchas de estas casas de personajes ilustres pertenecen a los National Park Services y las cuidan los rangers, por ello la entrada es gratis. Durante el tour el ranger nos muestra gran parte de la casa y nos narra la vida y obra del poeta. Tiene un jardín precioso en la parte trasera y una mini biblioteca exterior. 

Muchos años antes, durante la Guerra de Independencia se instaló aquí el General George Washington. 

En la misma calle se encuentra la casa de Dexter Pratt, el herrero del pueblo a quien Longfellow inmortalizó en una de sus obras, y parte de los edificios de la Universidad de Lesley.

Tomamos el tren de regreso y nos bajamos en South Station, como el día es largo sugiero a Erin hacer el recorrido por la parte histórica de la que ya os hablé en otro post.

La senda de la libertad y su línea roja nos lleva junto al río donde está el barco museo desde donde se inició el “motín del té” el 16 de diciembre de 1773 en protesta por los altos impuestos que sometía la corona inglesa a las colonias. Todo ello fue desencadenante de la Guerra de la Independencia. También es gratuito, solo tienes que unirte a un tour.

Cruzando el río está el Museo del Fuego, allí vimos viejos carros y artilugios apagafuegos, antiguos uniformes y un par de bomberos retirados nos contaron muchas historias divertidas y emocionantes.

Por supuesto no perdí la oportunidad de entrar en el histórico Omni Parker House Hotel. 

Mientras escribo este post y pienso en el libro que me gustaría compartir decido que la mejor opción es uno que he acabado hace dos días del dramaturgo y guionista Arthur Miller, que además del ex de Marilyn es uno de los autores clásicos del siglo pasado. De su pluma solo había leído “Muerte de un viajante” hasta que devoré la obra de teatro “Las brujas de Salem” municipio a una hora de Boston. Os comparto esta historia conocida por todos. 

¿Obra del diablo? ¿Brujas? Eso es lo que creían estaba pasando en esta pequeña población cuando en 1692 encontraron unas niñas que jugaban en el bosque y mostraban señales de estar poseídas. Todo un gran tribunal de Boston se involucró y las acusaciones por parte de las niñas no cesaron, el resultado de esta histeria colectiva resultó con más de cien personas detenidas, algunas murieron en prisión y otras ahorcadas. 

Escrita en 1950 el autor estaba haciendo una alegoría al llamado “macartismo”. El senador John McCarthy desató una montaña de acusaciones por comunismo y traición a la patria, muchas de ellas infundadas y donde los derechos humanos de los acusados no fueron considerados. Lo que viene a ser una “caza de brujas”.

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6 respuestas

  1. Q interesant Alex tot el q contes! Disfruto moltíssim de llegir-te i seguir les teves vivències al llarg i ample del món. Ho expliques i transmets tan bé q sembla q hi sóc, allà, amb tu!.Gràcies per compartir-ho. 😍🥰💞

  2. Hola guapísima, me encanta como escribes tus vivencias que bien podría ser un escrito ficticio que leo en una novela. Lo cual me transporta y me hace vivir esos momentos. La verdad es que me encanta. Gracias guapa❤️

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Mis viajes alrededor del mundo siempre acompañados de un buen libro. My travels around the world always accompanied by a good book.