Las Cuatro Fabulosas de paseo por Charleston

Después de disfrutar de la bahía de Charleston y sus alrededores las Cuatro Fabulosas nos vamos de paseo por la ciudad y sus bellas calles.

Como os comenté el norte y el sur de la calle Broad tiene casas y mansiones divinas, en la parte sur visitamos el Dock Street Theatre, que vive en la calle del mismo nombre.

Es un teatro muy especial, fue el primero del país que abrió para representaciones artísticas en 1736. Se cree que se quemó en el Gran Fuego de 1740.

En 1809 se construyó el Hotel Planters allí mismo, siendo unos de los más sofisticados del lugar. Cayó en desgracia hasta que en 1935 se reconstruyó y volvió a abrir como teatro.

Su entrada es gratuita, paseamos no solo por el escenario, sino también por las salas donde la gente se reunía y reúne, ya que sigue en activo, entre actos.

Tiene además un pub donde se servía ron de Jamaica y el ponche de Planters.

Hay varias casas que se pueden visitar y que antaño pertenecieron a personajes importantes de la época.

En la calle Charmers hay un pequeño museo donde no se pueden sacar fotografías. Solía ser un mercado de subasta de esclavos, el Old Slave Mart Museum. Allí leímos y aprendimos muchas cosas sobre la esclavitud, como una persona podía alcanzar el precio de lo que hoy serían 31.000 dólares … sin palabras.

A unos metros, en la calle Bay, está el Old Exchange & Provost Dungeon, otro pequeño museo que dejamos para la próxima visita y que también os recomiendo. Se pueden comprar los tickets juntos para los dos museos y salen más baratos.

Estábamos sendientas y no veíamos lugar para tomar algo, ¡sí lo había! un restaurante-bar muy chulo justo en la esquina frente al Old Exchange, el One Broad Street, no se ve desde el exterior, pero un pajarito me lo había chivado.

Entramos a tomar algo fresco antes de seguir nuestro camino. Fue una bendición.

Si os gustan los restaurantes elegantes de comida local, continuando en Bay Street hacia la calle Market, daréis con Magnolias.

En la esquina con la calle Market está el hotel Market Pavillion al que fuimos a explorar; es muy bonito, tiene un rooftop muy chulo, también bastante caro, con unas bonitas vistas de la ciudad, la bahía, el puente y del impresionante Edificio de las Aduanas.

Otro lugar que tiene una azotea muy chula y más relajada donde lo pasamos muy bien es Henry’s Rooftop bar.

A unos metros hay una iglesia, no es extraño en esta ciudad ¿verdad?, esta tiene una particularidad, la 5 Five Church es un restaurante-bar súper chulo, tenéis que entrar al menos a verla, la muchacha de la recepción es un encanto, como todos los habitantes del lugar debo decir.

Una tarde que salimos a comer algo nos encontramos frente a la iglesia Five un coche en el que podías escribir o pintar con tiza, nos pareció muy gracioso, era tipo las paredes de la Bodeguita del Medio, pero móvil.

Mi amigo Frank de NY nos sugirió un bar para ir a tomar y picar algo, le hicimos caso y fuimos al Cane Rum Bar. Nada más llegar oímos música caribeña y antes de entrar ya estábamos bailado. Tenían happy hour, nos trataron de maravilla, reímos, comimos y tomamos algo. Se convirtió en nuestro sitio favorito.

Justo al lado está el Mercado Histórico de la ciudad de Charleston. Es largo y cruza toda la calle Market, allí ofrecen durante todo el día artesanía local y otras muchas cositas.

Entre ellas cestas Zulú hechas a mano con habilidades heredadas de los esclavos, son fantásticas, tardan días en crearlas, con lo cual el precio suele ir acorde.

En la calle Meeting está su entrada principal, y justo encima está el pequeño museo de las Hijas de la Confederación; en él vimos todo tipo de recuerdos que han donado muchas familias del lugar.

Yo tenía una misión, conseguir un parche y una camiseta de la estación de bomberos, y cual no fue mi suerte que en esa misma calle estaba la Central.

Tras muchos fuegos, huracanes, terremotos y muchos voluntarios para combatirlos, la ciudad decidió crear un parque de bomberos permanente. En 1877, tras un gran fuego, se colocaron alarmas en las esquinas. Después del terremoto de 1886 al obstruir los escombros los parques existentes, el alcalde decidió construir tres en sitios estratégicos, siendo uno este que hoy os presento.

Los bomberos fueron muy amables y me explicaron como hoy en día lo conservan igual, me mostraron los raíles por donde iba el coche de caballos, los nuevos camiones modificados para que quepan por los arcos y la puerta trasera por donde entraba el caballo con el carro.

En algún momento del viaje las cuatro nos dimos cuenta que no había tiendas a nuestro alrededor, lo cual era refrescante para variar. Sí las hay, se encuentran en King Street, donde hay edificios muy chulos y algún que otro sitio para comer, como Verde, donde hacen unas ensaladas muy ricas.

El libro que hoy nos acompaña es “La Pintora de Estrellas” de Amelia Noguera, tiene otra chica como protagonista. Violeta es maltratada por su marido, huye a Asturias donde vive su abuelo Diego. Juntos se apoyarán mutuamente, ella para encontrar su arte y a ella misma, y él para coger fuerzas y contarle un gran secreto sobre Elisa, el amor de su vida, una pintora que ayudó a salvar mucho arte que los nazis querían expoliar durante la guerra. Dos historias narradas paralelamente que te engancharán desde el minuto uno y te harán disfrutar durante toda la narración.

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4 respuestas

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